Un lugarcete desde el cual el hombre pueda codearse con lo más alto de la literatura universal. Esto sí que es empezar de abajo.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Curso de filosofía barato. Hoy: La Paz.

Según una encuesta ficticia que acabo de inventar, el deseo más popular para estas fiestas y todas es “paz”. Así, a secas. Evidentemente, Aristóteles (quien no resultó ser tan inteligente como algunos pensaban) falló. Él postuló a la felicidad como el fin último del hombre. Yo digo que es la paz. Pero no como fin último, sino como primero y fundamental. Aunque hablar de fines primeros suene extraño, permítaseme esta licencia. Porque hablar de finalidades no refiere necesariamente de algo que se encuentra tras un transcurrir de tiempo y espacio, sino de una meta que se persigue al mismo tiempo que se obtiene permanentemente. Es decir, que la gente que pidió paz para el año entrante puede o no tener ya paz en su quehacer cotidiano, mas exige un aumento de la misma o la generalización de este sentimiento que tan bien le calza. Los que no la tienen, la quieren, por el contagio. Ven a sus colegas poseerla y la quieren. A diferencia de la propiedad, la paz es un bien (o atributo) universal, inabarcable y abundante. Todos son capaces de imbuirse en ella sin tener por ello que dejar huérfano de paz a otro grupo. La teoría capitalista del vaso que derrama su riqueza hacia todos los sectores no tendría aquí valor, ya que todos serían el vaso y lo que derramarían no sería agua/riqueza, sino paz, que según estudios científicos, desobedece a la ley de gravedad y supura eternamente. 

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