Un lugarcete desde el cual el hombre pueda codearse con lo más alto de la literatura universal. Esto sí que es empezar de abajo.

miércoles, 12 de enero de 2011

Curso de filosofía barato. Hoy: Los Arqueros.

El de arquero es un puesto racista si los hay. Nunca un negro ha podido destacarse bajo los tres palos. En la categoría no entran los morochos, como los colombianos Córdoba, Mondragón o el ahora blanco René Higuita. Fijensé. El suplente de Francia, Mandanda, es uno de los pocos que se destaca. Tal vez el portero del Mazembe, Kidiaba, provocó un cierto ruido en el último Mundial de Clubes; pero nada más. (Sus atajadas fueron sobrevaloradas por sus festejos.) Una luz (negra) de esperanza se eyectó con el golero de Ghana en el Mundial: Richard Kingson. El torneo fue bueno para él, pero Abreu se la picó y el apagón lo invadió. Era obvio que Washington Sebastián iba a definir así. Hay que estudiar a los rivales. Todo buen arquero lo sabe. Carlos Salvador Bilardo dijo alguna vez que en África se juega sin arcos. Así quiso explicar la poca contundencia de los seleccionados de aquel país. Desde acá damos vuelta el ejemplo y advertimos: si se juega sin arcos, no hay arqueros; por ende, la enseñanza desde pequeños es nula. He allí el problema. No hay goles ni arqueros. No hay fútbol. Pobres negros, lo único que hacen es jugar a la pelota.

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